El impacto de la desigualdad en la formación de las habilidades para la vida y el trabajo en Colombia

Las habilidades para el trabajo y la vida son unas de las herramientas más efectivas para combatir la desigualdad y asegurar un crecimiento económico sostenible, dos problemáticas de suma importancia para Colombia. Según el nuevo Reporte de Economía y Desarrollo (RED 2016): "Mas habilidades para el trabajo y la vida" de CAF -Banco de Desarrollo de América Latina-, son justamente las debilidades en estas habilidades las que, por ejemplo, mejor pueden explicar las diferencias entre el sorprendente crecimiento del sudeste asiático y el lento avance del Producto Interno Bruto (PIB) en América Latina desde 1960.

El RED 2016 señala también que la desigualdad que se observa en los ingresos de las personas adultas tiene en realidad raíces mucho más tempranas, que se pueden encontrar en la dispar distribución de habilidades cognitivas, socioemocionales y físicas. Son estas habilidades las que conforman el capital humano y determinan la capacidad de las personas para generar buenos ingresos en la adultez. Además, el reporte anual de CAF muestra que el desarrollo integral y equilibrado de estas tres dimensiones de habilidades asegura una verdadera inclusión social y política de los subgrupos de población tradicionalmente desfavorecidos.

"El problema en Colombia, como en muchos otros países de América Latina, es que las habilidades ya están muy desigualmente distribuidas cuando los niños son pequeños, aún antes de que entren a la escuela. En particular, para niños menores de 5 años en este país se observa que los que viven en familias del cuartil más pobre de la población tienen un desarrollo verbal que equivale a un retraso de aproximadamente 20 meses respecto a niños de igual edad que viven en hogares del cuartil más rico, de acuerdo a estimaciones obtenidas de la Encuesta Longitudinal Colombiana (ELCA), producida por la Universidad de Los Andes", señaló Pablo Sanguinetti, economista jefe y director corporativo de Análisis Económico y Conocimiento para el Desarrollo de CAF.

El directivo agregó que otro factor de peso es que los niños cuyas madres tienen un nivel educativo bajo (hasta primaria) sufren un riesgo de tener problemas en su desarrollo socioemocional que es igual al doble del riesgo que enfrentan los niños con madres que tienen estudios más allá de la educación secundaria, según la ELCA. Además, los niños que viven en hogares del quintil más pobre tienen una tasa de retraso en su crecimiento (desnutrición crónica) que es tres veces superior a la que sufren niños de hogares en el quintil más rico. Estas desigualdades en el desarrollo de habilidades desde el inicio de la vida están relacionadas con los desiguales aportes que tanto familias como el sistema educativo y el entorno físico y social proveen a la formación de habilidades de niños y jóvenes.

"Lamentablemente, esas desigualdades iniciales son cada vez más difíciles de ser revertidas a medida que los niños van creciendo, por lo cual es crucial apostar a nivelar el terreno de partida desde lo más temprano posible. Por ejemplo, si bien el aporte de las instituciones educativas es de vital importancia en la formación de habilidades cognitivas y socioemocionales, muchas veces no es suficiente, básicamente por dos razones: los problemas de desarrollo que los niños arrastran desde los primeros años de vida, y el hecho de que la cantidad, calidad y organización de los insumos del sistema educativo distan de ser los óptimos", explicó Sanguinetti.

A lo anterior se suma que  cuando el entorno físico y social (por ejemplo, el barrio) no provee buenas condiciones a las familias y a las escuelas, en cierto modo  traba las inversiones   en el capital humano de niños y jóvenes. Este también es un tema crucial para Colombia, donde muchas ciudades se caracterizan por fuertes patrones de segregación espacial que implican problemas para proveer una educación de calidad y para dotar a los hogares de condiciones ambientales libres de condicionamientos negativos, como la exposición a la inseguridad, a la violencia o a choques climáticos.

Por otro lado, el reporte muestra que la situación de Colombia en cuanto a la calidad de su educación básica es tanto o más preocupante que en otros países de la región. Si bien se ha aumentado el gasto público destinado al sistema educativo, los resultados en cuanto a desempeño académico son deficientes, tal como lo indican las pruebas PISA que colocan a Colombia a la cola de los países que participan en esta evaluación administrada por la OCDE.

El RED 2016, al analizar el desempeño de los jóvenes colombianos en la prueba PISA 2012, encuentra que una parte importante de los malos resultados se deben a sus bajas habilidades socioemocionales, que les impiden concentrarse y perseverar para poder mantener un alto rendimiento desde el comienzo a la finalización del examen. Las estimaciones presentadas en el reporte de CAF muestran que los jóvenes colombianos pierden la mitad de su rendimiento potencial a lo largo de la prueba, mientras que los estudiantes de países con alto rendimiento en PISA pierden solo un 6% de ese rendimiento potencial.

Tanto las brechas de capital humano de niños y jóvenes que se observan al interior del país como las que aparecen al comparar a Colombia con países de mayor nivel de desarrollo serán algunos de los temas centrales que se discutirán en Bogotá este martes 8 de noviembre en el Auditorio del Antiguo Jockey Club de la Universidad de El Rosario. El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas; el director del SENA, Alfonso Prada; la directora representante de CAF Colombia, Carolina España; el rector de la Universidad del Rosario, José Manuel Restrepo; y la presidenta del Consejo Privado de Competitividad, Rosario Córdoba; son algunos de los líderes que participarán en este evento que empezará a las 7:30 a.m. y terminará al mediodía.