Estabilidad macroeconómica, mayor productividad e integridad en las políticas públicas, claves para superar la crisis del COVID-19 en Bolivia

Dos expertos de CAF -banco de desarrollo de América Latina- participaron en la Conferencia Boliviana en Desarrollo Económico (BCDE-2020) que, por efecto de la pandemia del COVID-19, se realizó bajo la modalidad virtual entre el 27 y 28 de julio.

En este escenario, Gustavo Fajardo —economista principal de la Dirección de Investigaciones Socioeconómicas de CAF— expuso las reflexiones y datos del Reporte de Economía y Desarrollo (RED) 2019 y se concentró en las claves para prevenir la corrupción en la región. La publicación contiene cuatro ejes para sustentar una estrategia para prevenir la corrupción a través de políticas públicas integrales.

Por una parte, están las reglas en la función pública que deben buscar revalorizar al servidor público, brindándole autonomía en su gestión a la vez que se cierran espacios para la impunidad ante irregularidades; como segundo elemento, se resalta la importancia de los mecanismos de acceso a esa función pública, tanto para cargos burocráticos como de elección popular. En el tercer eje, el estudio de CAF plantea la necesidad de mejorar las herramientas de transparencia y control ciudadano a través de normativas que permitan la liberación de información, así como la digitalización estatal. El cuarto factor pasa por la gobernanza de la interacción entre lo privado y lo público, de manera que existan reglas que incentiven la integridad del sector privado, especialmente en el área de infraestructura.

Durante el segundo día de disertaciones en la BCDE-2020, Adriana Arreaza, directora de Estudios Macroeconómicos de CAF, expuso los retos que enfrentará el país tras la pandemia en el panel de discusión ¿Cómo optimizar las estrategias COVID-19 a largo plazo? En este escenario, la experta de CAF,  compartió palestra con Francisco Ferreira (London School of Economics), Vincenzo Verardi (University of Namur) y Rómulo Chumacero (Universidad de Chile).

Arreaza señaló que el primer desafío que se debe asumir, tras superar la crisis del COVID-19, pasa por “garantizar la estabilidad macroeconómica a mediano plazo, apuntalar el crecimiento de la productividad y profundizar los avances sociales”. La Directora de Estudios Macroeconómicos de CAF aseguró que la primera condición es necesaria para garantizar el crecimiento a mediano plazo. En este escenario, Arreaza recomendó generar mejores condiciones de participación a las empresas privadas en la economía nacional, un aspecto que puede repercutir, precisamente, en compensar la baja  de los ingresos por los recursos naturales, especialmente por la venta de gas.

En un entorno marcado por la informalidad del empleo, Bolivia tiene los indicadores más bajos de productividad. La experta planteó la posibilidad de mejorar el entorno de negocios para incentivar un crecimiento sostenido, basado en ganancias de productividad. “Se debe pensar en un marco regulatorio que contribuya a cambiar el foco del modelo e invitar a una mayor participación del sector privado en la economía, elevar la inversión productiva e impulsar una mayor apertura comercial”, remarcó. Por último enfatizó en la necesidad que tiene el país de profundizar los avances sociales que se han generado en los últimos años.

La BCDE 2020 fue organizada por SDSN-Bolivia, la Sociedad de Economistas de Bolivia (SEBOL), la Academia Boliviana de Ciencias Económicas (ABCE), la Universidad Privada Boliviana (UPB) y la Fundación INESAD y contó con el auspicio de la Fundación Solydes.