A rescatar los 3 millones de latinoamericanos que no regresaron a la escuela

19 de enero de 2022

Visiones del Desarrollo es una sección promovida por CAF -banco de desarrollo de América Latina- que analiza los principales temas del desarrollo de la región. Los artículos que contiene se publican simultáneamente en los principales medios de América Latina.

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Mientras que los planes del regreso de la presencialidad escolar avanzan en los países de la región y acecha un nuevo fantasma que recuerda que el COVID-19 sigue presente, hay una cifra que es demoledora: UNESCO estima que aproximadamente 3 millones de niños, niñas y adolescentes, ya no retornarán más a la escuela, sumándose así a los más de 10 millones que ya se encontraban fuera de la escuela antes de la pandemia.

“La apertura no es equivalente a la asistencia de los estudiantes, y aún en condiciones de poder hacerlo, muchas familias han optado por mantener a sus hijos en casa. Por tanto, el desafío de volver a la presencialidad sigue siendo formidable, pero el reto no termina con la reapertura, el desafío hacia adelante es el de lograr una recuperación educativa que contemple sistemas educativos sustancialmente mejorados más justos y equitativos y más acordes y pertinentes para las necesidades que enfrenta la sociedad de hoy”, señaló Claudia Uribe, directora de la Oficina Regional de Educación de la UNESCO para América Latina y el Caribe.

Cuando el debate sobre la reapertura de las escuelas parecía superado, la variante Ómicron enciende de nuevo las alarmas, pero con unas lecciones aprendidas en el sector educación, que junto con la salud, han sido los sectores que han liderado los presupuestos de inversión durante la pandemia.

“Los temas de radio, de televisión y de tecnología no son accesorios ni reemplazan la presencialidad; si algo nos enseñó esta pandemia y que podemos ver del ejercicio de Uruguay y lo que estamos haciendo en Colombia, es que cuando están preparadas y dadas las condiciones para tener contenidos y escenarios complementarios no solamente se puede hacer frente a una pandemia sino también se pueden tener incluso contenidos materiales que apoyen nuestra llegada a la ruralidad”, explicó la ministra de Educación de Colombia, María Victoria Angulo, en un reciente evento realizado por CAF.

En la medida en que se consolidan los planes de vacunación en los niños y adolescentes, la mejor apuesta sigue siendo la vuelta a la presencialidad para intentar recuperar el tiempo perdido, que la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), estima en una media de 158 días perdidos por curso escolar en América Latina, la mayor media del mundo.

“La vuelta presencial es imprescindible, con la educación presencial el niño dialoga, madura, sabe comprender, entender, sabe contenerse. El segundo lugar se deben elaborar informes, el impacto, qué ha ocurrido en cada sitio para poder actuar como corresponde. Hay un ejemplo que podemos poner ya, el caso de Sao Paulo, donde han hecho un estudio de cuál es el impacto de la pandemia a nivel educativo y han podido digamos instrumentar repuestas muy pertinentes”, afirmó Mariano Jabonero, Secretario General de la OEI.

En este sentido, en Colombia se creó una aplicación que se denomina Evaluar para avanzar, la cual permitió hacer diagnósticos por niño, dar retroalimentación al niño, al maestro y a la institución educativa. En Ecuador se lleva a cabo un programa de nivelación que se denomina Aprender a tiempo, priorizando cuatro ejes: lectura y escritura; prevención a la exclusión y retención escolar; metodología de recuperando aprendizajes; e insignia aprender a tiempo.

“En Ecuador pusimos en marcha una estrategia que la denominamos puntos de encuentro para obtener información exacta de como los estudiantes, sus familias y los docentes habían enfrentado la pandemia. A través de 2.480 puntos a nivel nacional con la participación de una muestra cercana a 400 mil estudiantes y con 6.000 voluntarios, hemos adquirido información cierta que permitirá tener una política de toma de decisiones basada en evidencia, un elemento que es fundamental”, indicó la ministra de Educación, Maria Brown Pérez.

La educación es la llave para aumentar la productividad que tanto requiere América Latina y el Caribe para mejorar la calidad de vida de su población y dar el salto hacia el desarrollo que le ha sido esquivo en las últimas décadas. Aumentar la inversión en el sector mejorará la calidad, atraerá a los que no regresaron y reducirá la desigualdad, entre otros beneficios que hoy son una oportunidad y una esperanza en medio de la adversidad.