Alinear flujos financieros para cumplir Agenda 2030, reto de los Bancos de Desarrollo

05 de septiembre de 2023

Durante la cuarta edición de la Cumbre Finanzas en Común, bancos públicos de desarrollo, banca privada y organizaciones internacionales hicieron un llamado para alinear los flujos financieros globales con la Agenda 2030.

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Con el propósito de dar celeridad al cumplimiento de la Agenda 2030 de desarrollo sostenible -que fue establecida en 2015-, representantes de bancos de desarrollo y de la banca privada reunidos en la cuarta edición de la Cumbre Finanzas en Común 2023, hicieron un llamado a la acción colectiva para buscar herramientas que permitan que los grandes flujos financieros mundiales sean compatibles con el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que forman parte de las metas de la Agenda 2030.

Durante la plenaria 4 (Alineación de las finanzas públicas y privadas con los ODS), líderes de bancos de desarrollo de América Latina, África, Europa y de la banca privada manifestaron que en línea con grandes desafíos globales (como superación de la pobreza, del hambre y la mitigación del calentamiento del planeta) ya se está dibujando una nueva frontera entre la comunidad financiera mundial para priorizar el cumplimiento de la Agenda 2030.

Los Bancos de Desarrollo Público tienen un papel único que desempeñar en la reorientación de las economías hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible en línea con las estrategias y planes de acción de los países
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IDFC

Entre los principales retos a solucionar, los expertos señalaron que hay que hacer una priorización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), pues existen algunas contradicciones entre ellos. Un ejemplo de esto es que el respaldo a metas ambientales puede perjudicar a algunas comunidades en su tarea productiva y económica, en algunos casos ancestral (y, por ende, a los ODS de carácter social) en donde hay que trabajar profundamente.

De esta forma, consideraron que es fundamental decidir de manera estratégica dónde deben invertirse los esfuerzos y recursos para hacerle frente a los principales desafíos mundiales de la Agenda 2030.

Además de alinear los esfuerzos y flujos financieros (de los bancos públicos de desarrollo y de la banca privada mundial), los expertos pusieron sobre la mesa un segundo desafío clave: se trata de monitorear de manera constante y rigurosa la información y los impactos asociados a la rendición de cuentas del cumplimiento de los ODS.

En línea con este propósito, en la discusión se resaltan las herramientas como las que ha desarrollado el Club Internacional de Finanzas para el Desarrollo (IFDC, por sus siglas en inglés) las cuales pueden estar a la mano de otros bancos públicos del mundo.

Como lo señala el Club de Bancos para el Desarrollo (IDFC, por sus siglas en inglés), “los Bancos de Desarrollo Público tienen un papel único que desempeñar en la reorientación de las economías hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible en línea con las estrategias y planes de acción de los países. Pueden hacerlo abordando las fallas del mercado, movilizando a los gobiernos e instituciones públicas, los mercados financieros, el sector privado, la sociedad civil y conectando problemas globales con soluciones locales”.

De acuerdo con la visión del Club, “en un mundo cada vez más complejo y volátil, donde las inestabilidades económicas y geopolíticas, el declive climático y ambiental, las crisis sociales y de salud, así como la aceleración tecnológica están dando forma al futuro, los bancos públicos de desarrollo son más relevantes que nunca”.

Hoy, los bancos públicos de desarrollo del mundo, señala el Club, proporcionan “más de US$800.000 millones de inversión anual, de los cuales un promedio del 20% se destina a financiamiento verde, y tienen el potencial de movilizar cantidades significativamente mayores”.

De igual forma, durante la conversación quedó claro que el sector financiero privado -y entes reguladores de los países- han evolucionado para que se pongan en marcha estrategias de inversión alineadas no solo con la Agenda 2030, sino con las metas del Acuerdo de París con las que se busca mitigar el cambio climático.

La plenaria 4 contó con la participación de Marcos Neto, director del hub de finanzas sostenibles del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); de Boitumelo Mosako, jefe financiera del Banco de Desarrollo de África Austral; de Paolo Lombardo, director del Departamento de Cooperación Internacional y Finanzas para el Desarrollo de Cassa Depositi e Prestiti (de Italia); de Johannes Böhmer, vicegobernador de Desarrollo Social del Consejo del Banco Europeo de Desarrollo; de Alejandra Botero, gerente de Planeación e Impacto al Desarrollo de CAF; y de Larry Sacks, director de desarrollo de la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional de Estados Unidos.

Alejandra Botero, gerente de Planeación e Impacto al Desarrollo de CAF, aseguró: “Como banco de desarrollo de América Latina y el Caribe, CAF alinea activamente los flujos de capital en la región para alcanzar las metas de los ODS. El mandato de CAF es ayudar a los países miembros a estructurar e implementar proyectos verdes y promover iniciativas que generen un crecimiento inclusivo”.

Por otra parte, Boitumelo Mosako, jefe financiera del Banco de Desarrollo de África Austral, aseguró que “la expectativa frente a esta Cumbre es seguir colaborando y revisar los desafíos que tenemos como bancos de desarrollo. FICS 2023 es una gran oportunidad para lograr acuerdos de colaboración. Tenemos que buscar soluciones innovadoras para buscar cerrar las brechas en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”.

Johannes Böhmer, vicegobernador de Desarrollo Social del Consejo del Banco Europeo de Desarrollo, expresó que “nuestros proyectos están comprometidos con el Acuerdo de París y con los ODS que no se pueden desvincular.

Paolo Lombardo, director del Departamento de Cooperación Internacional y Finanzas para el Desarrollo de Cassa Depositi e Prestiti (de Italia), aseguró que uno de los desafíos es ser sostenible como banco. “Emprendimos un viaje y subimos la vara para tener una alineación institucional con la agenda de los ODS. Había que cambiar el ADN de la institución para lograrlo y hemos tenido una respuesta positiva”.