Adaptación al cambio climático puede estar vinculada a la inclusión social y crecimiento económico

06 de diciembre de 2023

Un reporte señala que América Latina y el Caribe son simultáneamente altamente afectados por los cambios climáticos y representan un semillero de soluciones potenciales para la dimensión global de este problema

América Latina y el Caribe (ALC) se destacan como áreas con un alto potencial para abordar los desafíos climáticos actuales, con posibilidades de enfrentar el problema en ámbitos como la agricultura sostenible, la protección de bosques, la explotación racional de recursos minerales y la transición energética. Estas son algunas de las conclusiones del Reporte de Economía y Desarrollo (RED) - Informe de Economía y Desarrollo producido por el CAF - banco de desarrollo de América Latina y el Caribe, presentado hoy en Río de Janeiro durante un evento en el BNDES.

Bajo el título "Desafíos Globales, Soluciones Regionales", el documento analiza la situación actual de ALC en términos de riesgos climáticos y emisiones. Por ejemplo, resalta que los eventos extremos son más frecuentes. En Brasil, los fenómenos extremos relacionados con el clima aumentaron desde 3,1 eventos promedio por año en 1980-1999 a 4,9 por año en el período 2000-2021.

Este Reporte de Economía y Desarrollo analiza los desafíos y oportunidades que el cambio climático y la conservación de la biodiversidad significan para América Latina y el Caribe. El reporte hace énfasis en tres mensajes de relevancia para toda la región en su respuesta a estos desafíos globales: la importancia de la adaptación, la necesidad de contribuir a la mitigación global y la urgencia de preservar el capital natural para el desarrollo sostenible.

Las soluciones más adecuadas pueden variar entre países según sus necesidades, potencial y capacidad para asignar inversiones propias y de terceros. Estas sugerencias se complementan con la recomendación de fortalecer la coordinación regional para que los países, de manera conjunta, puedan trabajar para combatir el problema y adaptar las regiones y poblaciones más vulnerables a sus efectos.

"La región de América Latina y el Caribe está muy expuesta y es muy vulnerable a los cambios climáticos. Al mismo tiempo, se presenta como una fuente de posibles soluciones para abordar este problema, ya sea en términos de conservación de la biodiversidad, reducción de emisiones, especialmente debido a la deforestación, o adaptación al cambio climático. La adaptación puede tener sinergias positivas con la inclusión social y el crecimiento económico, ya que evita pérdidas y genera beneficios económicos debido a la reducción de riesgos y la innovación tecnológica", explica Ernesto Schargrodsky, director de Investigaciones Socioeconómicas del CAF.

En cuanto a la adaptación, se proponen cinco grupos de políticas: prácticas de agricultura sostenible, soluciones basadas en la naturaleza, inversiones en infraestructura de adaptación, acciones de gestión de riesgos de desastres y medidas regulatorias.

La reduccion de la deforestacion contribuye con la preservacion del capital natural de la región, como asi también con la mitigación del cambio climático (reducción de emisiones). En el caso de Brasil, el estudio destaca que las políticas de reducción de la deforestación en la Amazonía sirven de referencia para otros países de la región debido a su carácter innovador y evidencias claras de su eficacia. Entre estas políticas, se incluyen leyes contra la deforestación, la expansión del sistema de áreas protegidas, la definición de los derechos de uso de la tierra para los pueblos originarios, el sistema de monitoreo de la deforestación en tiempo real y la creación y fortalecimiento de las instituciones gubernamentales responsables de hacer cumplir las nuevas normas.

Formaron parte de la sesión de apertura del evento Christian Asinelli, vice-presidente Corporativo de Programación Estratégica de CAF y Marcus Belchior, director ejecutivo de Resiliencia y Operaciones de la Alcaldía de Río de Janeiro. La mesa de debate estuvo compuesta por Sérgio Besserman, presidente del Instituto de Investigaciones Jardín Botánico de Río de Janeiro; Carlos Lazari Teixeira, director ejecutivo de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA); y Estefanía Laterza, representante de CAF en Brasil.