Ante grandes desafíos, sigamos construyendo soluciones

De tiempo en tiempo hay encuentros que bien se pueden describir como cruciales para la humanidad. Así ocurre con la Cuarta Conferencia sobre Financiamiento para el Desarrollo convocada en Sevilla, justo cuando 2025 entra en su meridiano. Lee la editorial de la segunda edición de la revista Visiones del Desarrollo. 

26 de junio de 2025

Es por esa razón que la presente edición de Visiones del Desarrollo tiene este tema como su eje central. Nos interesa no solo relevar la importancia del encuentro, al igual que nuestra labor en este campo, sino también reconocer los obstáculos que enfrentamos de manera colectiva. No tengo duda de que los desafíos de este momento son, en el ámbito global, los más complejos de las últimas décadas. Para comenzar, en el frente climático el aumento de las temperaturas continúa, sin desconocer el surgimiento de las fuentes renovables de energía. Respecto a la geopolítica, las tensiones abundan, con ramificaciones que se observan en el campo comercial o de seguridad.

Hay una especie de desacople del sistema multilateral, que se expresa en el surgimiento de bloques y la dificultad de alcanzar consensos. Junto a esa circunstancia, existe una disminución –que no dudo en calificar de dramática– de la ayuda destinada para el desarrollo, la cual se traduce en menores flujos de recursos desde el norte hacia el sur. Ante semejante lectura, las opciones son dos: quedarse en la parte de las lamentaciones o analizar los problemas y diseñar nuevas fórmulas para enfrentarlos, mientras se reconoce el tamaño de la tarea. Me inclino por lo segundo y por ello en las páginas siguientes se describen una serie de alternativas viables que queremos destacar como aporte a una discusión en marcha.

En particular, deseo relevar el uso de mecanismos innovadores en finanzas, orientados a aunar fuerzas y potenciar los impactos. A lo anterior se suma el propósito de darles más escala a los modelos exitosos y apoyarse en los canales que a veces ignoramos. Por ejemplo, sabemos que América Latina y el Caribe requieren 400.000 millones de dólares de financiamiento en lo que corresponde a la biodiversidad y la urgencia de sostener los ecosistemas de los cuales depende casi el 60% de su economía. Aun si parte de ese dinero se obtiene, surge el reto de ejecutarlo bien.

Creemos que los gobiernos locales forman parte de la solución. En nuestra zona hay 33 países, pero 18.400 gobiernos locales, entre municipios, departamentos y estados. Se trata de un eslabón crucial en el viaje hacia el desarrollo. También resulta indispensable involucrar más al sector privado, que aporta innovación y agilidad a la hora de romper cuellos de botella. Sabemos que las economías de la región se enfrentan a limitaciones fiscales importantes. Entonces, debemos aprender a cómo conectarnos con los fondos soberanos que a nivel mundial movilizan grandes cantidades de recursos y cuyos capitales pueden servir para concretar proyectos que de manera sostenible nos permitan avanzar.

Al igual que en otras ocasiones similares, aquí lo importante es entender que en Latinoamérica y el Caribe formamos parte de la solución a problemas que nos competen a todos quienes habitamos este planeta. Al mismo tiempo que somos realistas respecto a lo que pasa en el mundo, mantenemos nuestro optimismo sobre la posibilidad de construir soluciones de consenso a partir del sentido común. Ese y otros mensajes se encuentran en esta publicación, a lo largo de la cual relevamos los avances regionales conseguidos en diversas áreas y hacemos referencia a la labor de CAF. A fin de cuentas, lo que nos mueve es el bienestar de los 650 millones de latinoamericanos y caribeños que de manera abnegada estudian y trabajan para que el futuro de progreso con que sueñan acabe convirtiéndose en realidad más temprano que tarde.

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