
Cambio climático y biodiversidad las dos caras de la misma moneda
28 de junio de 2025
CAF y ONU Turismo lanzaron el ‘Reto de Turismo Indígena de América Latina y el Caribe’, para alentar a las comunidades nativas a organizarse y convertir esta actividad en un motor de transformación de su realidad.
28 de junio de 2025
El próximo 9 de agosto se celebra el Día Mundial de los Pueblos Indígenas. Y como un homenaje a las cerca de 860 comunidades aborígenes de América Latina y el Caribe (ALC), justo ese día, CAF –banco de desarrollo de América Latina y el Caribe– y ONU Turismo darán a conocer a los ganadores del “Reto de Turismo Indígena”, lanzado en el I Foro Económico Internacional de América Latina y el Caribe, que tuvo como sede a Panamá, en enero pasado.
Un número significativo de emprendedores de la industria turística, principalmente de los pueblos indígenas de la región, aceptaron este desafío que tiene como columna vertebral la innovación social y la aplicación de las nuevas tecnologías a los productos turísticos que se ofrecerían como alternativas en este campo, al cual los expertos califican como una gran oportunidad para acelerar el crecimiento de la región.
“El mayor valor de la industria del turismo es el conocimiento y la experiencia. No es lo mismo tomarse la foto con un caficultor, con el paisaje del cafetal al fondo, que vivir la experiencia de participar en la siembra, la cosecha, el procesamiento del café, y tomarse una taza preparada por uno mismo. Hay una gran diferencia y a eso es lo que le queremos apostar”, dijo Óscar Rueda, director de Turismo de CAF, al reflexionar sobre lo que representa esta industria para la región y cómo su robustecimiento la posicionaría como la del turismo social por excelencia.
“Al hacer turismo en Europa, por ejemplo, lo que nos ofrecen son ruinas; aquí tenemos culturas vivas, y al compartir los saberes, las tradiciones, la gastronomía y las artes de nuestras comunidades indígenas, estamos brindando una experiencia memorable al turista. Esto nos puede representar una gran bolsa de desarrollo económico”, agregó el directivo de CAF.
El año pasado, el turismo en el mundo siguió la senda de recuperación tras la pandemia y en el caso de ALC superó en 2% la cifra de crecimiento del 2019, el año anterior a la emergencia mundial.
Con un sector en auge, hay una gran oportunidad para desarrollar el turismo social y comunitario (que incluye el turismo indígena o ancestral), para el cual se proyectan inversiones por 2.000 millones de dólares entre 2025 y 2032, según Natalia Bayona, directora ejecutiva de ONU Turismo. La tasa de crecimiento en este segmento es del 14%.
Motor de transformación
Hoy, el 43% de las comunidades indígenas vive en la pobreza. Así que se considera que el turismo organizado puede ser un gran motor de transformación de su realidad sin poner en riesgo sus culturas y sus entornos.
Se apuesta por que las iniciativas participantes en el reto rompan las fronteras con posibilidades unificadas que vayan desde México hasta la Patagonia. Esto partiendo de una consigna muy clara: “Unirnos en medio de la gran diversidad cultural que poseemos”, tal como lo expresó Gustavo Santos, representante en la región de ONU Turismo.
A lo anterior se suma el matrimonio indisoluble entre los pueblos indígenas y los recursos naturales de sus territorios. Tal alianza se presta para construir paquetes turísticos altamente atractivos para los foráneos.
La comarca Guna Yala, de Panamá, es un ejemplo de turismo indígena bien hecho. “Hemos creado códigos de conducta para los turistas y hemos entrado a integrar la Red de Turismo Indígena de las Américas (Itca, por sus siglas en inglés). Somos un libro abierto y este aprendizaje lo podemos compartir con nuestros pares del resto de Latinoamérica y el Caribe”, dijo Sobi Guili, líder de la comunidad y de la Red de Turismo Indígena de Panamá.
El 61% de los empleos que genera el turismo indígena en su país están ocupados por mujeres. “Este es uno de los grandes valores de la industria turística: que emplea principalmente al género femenino”, destacó Natalia Bayona.
Otro valor es el de la protección de la naturaleza. “En Colombia, el 34% de las áreas protegidas (por su biodiversidad) están cuidadas por comunidades indígenas”, destacó Guna Chaparro, lideresa de la comunidad arhuaca de la Sierra Nevada de Santa Marta.
El comunicado del lanzamiento del reto sintetizó así lo que podría llamarse “círculo virtuoso” del turismo indígena: “Permite a las comunidades poner en valor y revitalizar su cultura a través de experiencias turísticas auténticas; hace posible que los viajeros conozcan los pueblos originarios, experimentando de primera mano sus tradiciones, costumbres y saberes ancestrales. A través de esta modalidad, las comunidades indígenas fomentan su autonomía, el desarrollo sostenible y el turismo responsable”.
Lo que da el reto
Los ganadores del Reto de Turismo Indígena de América Latina y el Caribe (ALC) recibirán premios que les permitirán catapultar sus emprendimientos mucho más allá de las fronteras de sus países y lograr así un crecimiento acelerado:
10.000 dólares de capital semilla para invertir en el proyecto, por parte de CAF.
Ser reconocidos por ONU Turismo.
Permiso para usar el logo de la “marca región” junto con el de la “marca país”.
Mentorías y asesoramiento a cargo de expertos.
Acceso a la Red de Innovación de ONU Turismo.
Oportunidades de becas para la UN Tourism Online Academy.
28 de junio de 2025
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