
Rebeca Vidal
Ejecutiva Principal de la Dirección de Análisis Técnico y Sectorial de CAF -banco de desarrollo de América Latina y el Caribe-

Por primera vez en la historia de América Latina y el Caribe, 29 iniciativas clúster de 8 países se han articulado en un esfuerzo conjunto para impulsar la economía del conocimiento. Esta iniciativa, titulada “Programa interclúster de la economía del conocimiento”, marca un antes y un después en la forma en que se concibe la colaboración productiva regional.
Liderada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), con el apoyo de la Agencia Alemana de Cooperación Internacional (GIZ) y el financiamiento del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania (BMZ), el proyecto encauzó la participación de iniciativas clústers provenientes de Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá y Perú.
Cada uno de estos países aportó las experiencias colaborativas empresariales que desarrollan en sectores como agroalimentario, salud, turismo, moda, construcción, automotriz y negocios digitales, demostrando su compromiso con la innovación colaborativa y la sostenibilidad.
El valor de esta experiencia colaborativa que trasciende fronteras viene dado por la aplicación de una metodología innovadora basada en la generación de impacto, la construcción de redes que se deriva del ejercicio, así como el desarrollo de un lenguaje compartido, ingredientes que apuntalan a una integración regional con enfoque de desarrollo productivo sostenible.
Metodología innovadora con enfoque de impacto
El programa se desarrolló bajo una metodología desarrollada por la firma Cluster Development, que combina asistencia técnica especializada, espacios de creación colaborativa y herramientas de estructuración de proyectos. La implementación durante 7 meses permitió que los clústeres formularan soluciones ajustadas a las necesidades reales y compartidas por sus redes empresariales, con la visión de escalar su impacto en sectores clave y en varios países en simultáneo, con criterio de sostenibilidad.
Construcción de redes
La diversidad de sectores que hicieron parte de la iniciativa, aunada a la configuración de equipos de trabajo con participación de diferentes países, supone una construcción de redes que puede servir de base no solamente para la implementación de una primera generación de proyectos innovadores construidos durante el ejercicio, sino que supone una masa crítica de actores con capacidad y disposición para impulsar nuevas iniciativas y soluciones sostenibles en el futuro, en múltiples cadenas de valor. Se trata entonces de una semilla de transformación con vocación de crecimiento y potencial alcance progresivo.
Un lenguaje compartido
El ejercicio permitió a los actores de los diferentes países ir más allá de sus agendas locales e identificar oportunidades comunes alrededor de necesidades compartidas con factores en común como transformación digital, acceso a financiamiento, innovación, sostenibilidad, entre otros elementos clave. El desarrollo de ejercicios de construcción de proyectos viables alrededor de estos temas, así como el aprendizaje de una metodología en común, suma valor a las redes empresariales, en la medida en que permite una comunicación fluida entre potenciales aliados alrededor de la región.
Proyectos colaborativos
Los proyectos presentados al cierre del programa, celebrado en el marco de la Córdoba Tech Week, en septiembre de 2025, fueron los siguientes:
- Plataforma turística inteligente y adaptativa: transformando el turismo regional mediante la digitalización integral y colaborativa interclúster
- Huella verde: tecnología para una agricultura sostenible
- Innovación abierta en tecnología médica
- Mejora de la productividad y eficiencia en empresas constructoras mediante implementación de “Buiding Information Modeling”
- Plataforma integral de trazabilidad y comercialización sostenible para el sector moda
- Plataforma financiera automatizada y escalable con reportes en tiempo real, trazabilidad y estándares internacionales para la expansión global del clúster automotriz
- Plataforma inteligente de conexión interempresarial para la valorización de residuos agroindustriales
- Ecosistema Latinoamericano de Innovación en Salud
- Manufactura inteligente y circularidad en el sector moda
- Detección temprana y diagnóstico inteligente de enfermedades crónicas no transmisibles en Latinoamérica
La experiencia del Programa Interclúster de la Economía del Conocimiento no solo deja como legado un portafolio de proyectos colaborativos con alto potencial transformador, sino también una comunidad regional de actores públicos y privados que comparten una visión común de desarrollo sostenible, digital e inclusivo. Esta red interclúster representa una plataforma estratégica para seguir impulsando iniciativas que respondan a los desafíos estructurales de América Latina y el Caribe, como la baja productividad, la fragmentación de los ecosistemas de innovación y la limitada integración regional.
De cara al futuro, el reto es consolidar los aprendizajes metodológicos, escalar las soluciones formuladas y asegurar mecanismos de financiamiento que permitan su implementación efectiva, así como sostener la dinámica de trabajo conjunto hacia nuevas iniciativas.
Esta experiencia ofrece oportunidades estratégicas para todos los actores: los gobiernos, al vincularse con esta articulación, pueden contribuir con mejores condiciones para el desarrollo de una nueva economía del conocimiento regional; las empresas tienen la posibilidad de acceder a redes ampliadas, compartir riesgos y acelerar procesos de innovación; la academia puede fortalecer su vínculo con el sector productivo y participar activamente en la formulación de soluciones escalables, y las entidades multilaterales, por su parte, encuentran en esta articulación una plataforma para canalizar recursos, promover buenas prácticas y contribuir a una integración regional más resiliente, inclusiva y sostenible.
En tal sentido, el rol de CAF – banco de desarrollo de América Latina y el Caribe -, dada su amplia experiencia en el apoyo a la articulación productiva sostenible en la región, cobra relevancia en la medida en que la canalización de recursos de conocimiento, el intercambio de experiencias y el direccionamiento de recursos financieros hacia iniciativas articuladas a nivel regional, podrá añadir un alto valor a los logros e impactos alcanzados mediante iniciativas de alcance local.
Más aún, la articulación entre organismos multilaterales, fondos de inversión y políticas públicas será clave para preservar el impulso generado. Este programa demuestra que la colaboración interclúster no solo es posible, sino necesaria para construir una región más resiliente, conectada y capaz de liderar la transición hacia una economía del conocimiento con impacto social y ambiental.