Álvaro Rojas
Ejecutivo de la Dirección de Análisis Técnico y Sectorial de CAF
América Latina y el Caribe (ALC) concentra algunos de los recursos energéticos renovables más competitivos del mundo: radiación solar de clase mundial, vientos constantes en zonas costeras y de altura, y un potencial hidroeléctrico significativo en gran parte del territorio. Este capital natural representa una oportunidad estratégica para avanzar hacia sistemas energéticos más limpios, reducir la dependencia de combustibles fósiles y contribuir a los compromisos climáticos de la región [1].
Sin embargo, transformar esta abundancia de recursos en proyectos concretos que mitiguen el cambio climático requiere condiciones habilitantes que permitan que más empresas -especialmente pequeñas y medianas- accedan a soluciones energéticas sostenibles.
Las pymes representan más del 90% de las empresas de la región y alrededor del 60% del empleo formal en ALC [2]. Muchas operan en sectores donde la energía es un insumo fundamental, como manufactura, comercio, agroindustria, transporte y servicios, por lo que la manera en que gestionan su consumo energético incide directamente en sus costos operativos y en las emisiones asociadas a su actividad.
Energía sostenible para la competitividad y la descarbonización
Cuando se piensa en transición energética, es común imaginar grandes centrales solares o parques eólicos. Sin embargo, una parte esencial del impacto se construye a partir de miles de intervenciones de menor escala, que con frecuencia son implementadas por pymes: sistemas solares para autoconsumo en techos industriales o comerciales, iluminación LED, motores de alta eficiencia, mejoras en aire comprimido, optimización de climatización o automatización de procesos productivos.
La adopción de soluciones de energías renovables y eficiencia energética en este tipo de empresas genera beneficios económicos y ambientales comprobados, especialmente en sectores donde la energía constituye un componente relevante del costo operativo:
1. Reducción de costos operativos y mayor competitividad
Las tecnologías de eficiencia energética y/o energías renovables permiten reducir el consumo sin afectar la productividad. Entre las medidas más comunes destacan:
- Iluminación LED eficiente, motores de alta eficiencia, variadores de frecuencia, optimización de sistemas de aire comprimido y mejoras en climatización, que pueden reducir entre 15% y 40% el consumo energético de una empresa típica.
- Sistemas solares fotovoltaicos para autoconsumo y soluciones de energía solar térmica para calentamiento de agua, que reducen de forma estable una parte relevante de la factura eléctrica o del consumo de combustibles térmicos.
En conjunto, estas inversiones tienden a ser atractivas: en muchos casos presentan paybacks estimados entre 2 y 7 años, dependiendo de la tecnología, el país y la estructura tarifaria. Para una pyme, estos ahorros se traducen en una estructura operativa más eficiente y en recursos disponibles para reinversión, innovación o expansión.
2. Reducción de emisiones y contribución climática
Cada unidad de energía que una PYME deja de consumir mediante medidas de eficiencia energética, o que reemplaza a partir de fuentes renovables, se traduce directamente en una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Cuando este tipo de proyectos se multiplica en cientos o miles de empresas -como ocurre en sectores productivos con alta presencia de pymes- el impacto agregado se convierte en un componente esencial para el cumplimiento de las metas climáticas nacionales.
3. Un círculo virtuoso: competitividad + descarbonización
Las tecnologías de energía sostenible no solo son ambientalmente deseables: son económicamente convenientes.
Este doble beneficio convierte a las pymes en un actor fundamental de la transición energética. Cada mejora que implementan ya sea reduciendo su consumo energético o generando energía limpia, tiene un impacto directo en su desempeño económico y contribuye de manera concreta y medible a la mitigación del cambio climático.
Blended finance: una herramienta clave para habilitar inversión climática en pymes
A pesar de los beneficios económicos y ambientales que ofrecen las tecnologías de energías renovables y eficiencia energética, muchas pymes no logran implementarlas debido a barreras financieras persistentes. Entre estas destacan:
- dificultades para acceder a crédito en condiciones adecuadas,
- requerimientos de garantía elevados,
- productos financieros poco adaptados a proyectos energéticos, y
- capacidades limitadas para estructurar iniciativas técnicamente sólidas.
Para cerrar esta brecha, se requieren mecanismos financieros que reduzcan riesgos, mejoren la viabilidad crediticia y faciliten que las instituciones financieras locales puedan financiar proyectos energéticos de manera sistemática. En este contexto, el blended finance surge como una herramienta clave.
El blended finance combina recursos concesionales provenientes de fondos climáticos con capital comercial de bancos de desarrollo y bancos locales. Al estructurar financiamiento bajo este esquema, es posible:
- Reducir la percepción de riesgo, mejorando las condiciones crediticias para pymes mediante tasas más competitivas, plazos más largos y requisitos de garantías más accesibles.
- Facilitar la adopción de tecnologías emergentes, como la solar distribuida, la solar térmica o soluciones de eficiencia energética en procesos productivos, que en muchos casos aún no forman parte del portafolio habitual de los bancos.
- Ampliar el impacto, ya que cada dólar de recursos concesionales puede movilizar múltiples dólares adicionales de capital privado.
Para las pymes, esto se traduce en préstamos mejor diseñados y más alineados a su escala y realidad operativa, lo que permite transformar oportunidades técnicamente rentables en proyectos concretos. De esta manera, el blended finance actúa como un habilitador para que el sector empresarial, incluyendo miles de pequeñas y medianas empresas, pueda desempeñar un rol protagónico en la transición energética y en la mitigación del cambio climático.
Programa Pymes Verdes LAC
El Programa Pymes Verdes LAC, cofinanciado por CAF y el Fondo Verde del Clima, representa un esfuerzo concreto para llevar el blended finance a la práctica y facilitar que más pymes puedan invertir en soluciones de energías renovables, eficiencia energética y uso de suelo sostenible en Chile, Ecuador, Panamá y Perú.
Su propuesta de valor combina dos componentes principales:
- Crédito verde a través de instituciones financieras locales, con condiciones financieras más favorables que las del mercado convencional (tasas concesionales y plazos más largos).
- Asistencia técnica, tanto para instituciones financieras como para pymes, orientada al fortalecimiento de capacidades, la identificación y estructuración de proyectos, la gestión de riesgos socioambientales y el uso de herramientas digitales para el monitoreo.
De esta manera, el programa no solo canaliza recursos, sino que fortalece el ecosistema necesario para que las inversiones verdes se materialicen de forma efectiva y sostenible, facilitando que las pymes transformen ideas en proyectos con un impacto climático medible.
El programa proyecta beneficiar a más de 1.200 pymes, generar alrededor de 5.000 empleos verdes y capacitar a más de 700 empresas, con un énfasis en que al menos el 39% estén lideradas por mujeres. Asimismo, se espera evitar más de 10 millones de toneladas de CO₂ equivalente, contribuyendo a los compromisos climáticos de la región.
Para más información sobre el programa, pueden contactar al correo electrónico: pymesverdes@caf.com
Bibliografía
[1]. CAF. La transición energética de América Latina y el Caribe. Oportunidades y desafíos hasta 2050. Disponible en: La transición energética de América Latina y el Caribe. Oportunidades y desafíos hasta 2050
[2]. OECD. Índice de Políticas para PyMEs: América Latina y el Caribe 2024 (PDF, ES). Disponible en: https://www.oecd.org/content/dam/oecd/es/publications/reports/2024/07/sme-policy-index-latin-america-and-the-caribbean-2024_d0ab1c40/807e9eaf-es.pdf
