Hogares inteligentes para reducir la pobreza
Las intervenciones en los hogares vulnerables pueden convertirse en aliados muy valiosos en la lucha contra la pobreza y, al mismo tiempo, empoderar a la comunidad.
Este artículo también se publicó en Planeta Futuro
Si hablamos de alivio de la pobreza, la máxima de que todo empieza en casa puede convertirse en un principio muy valioso.
De hecho, si tuviéramos que identificar las medidas más eficientes contra la pobreza -aquellas que generan un impacto cuantificable, directo y diligente en los sectores más vulnerables-, seguramente rescataríamos las que se centran en las unidades de acción más básicas; los hogares.
De un lado, el hogar determina las condiciones físicas en las que viven las familias. Por ejemplo, si cuentan con condiciones aceptables de salubridad, de seguridad y si reciben servicios públicos de agua, electricidad o gas estables y confiables.
De otro, los hogares también representan el espacio donde se gestan las relaciones más íntimas de las personas, donde se toman las decisiones económicas de las familias y, en definitiva, donde se perpetúan o erradican problemas sociales como la desigualdad de género, la violencia o la discriminación.
Con todo esto, parece evidente que las intervenciones en los hogares vulnerables pueden convertirse en aliados muy valiosos en la lucha contra la pobreza y, al mismo tiempo, empoderar a la comunidad y promover valores como la dignidad, la autoestima, la convivencia, el respeto al medio ambiente.
Eso es justamente lo que pretendemos hacer con tres proyectos a pequeña escala en Montevideo, Santiago de Chile y Bariloche, utilizando una metodología innovadora, ya probada y de alto impacto en salud, seguridad, ahorro familiar, trabajo comunitario y educación ambiental, denominada "Sustentabilización de Hogares".
La iniciativa, que Weatherizers Without Borders llevará a cabo junto a CAF -Banco de Desarrollo de América Latina-, de la mano de actores públicos y privados, proviene del Weatherization Assistance Program, una política pública federal en EEUU que desde hace 40 años ha generado miles de empleos y llegado a 8,4 millones de hogares, con impacto multidimensional en ahorro de energía y presupuesto familiar, mejoras en salud, seguridad, fomento del trabajo productivo con perspectiva de género y educación ambiental. En Estados Unidos la reducción del consumo energético ha sido de hasta un 35%, y por cada dólar invertido se han generado ahorros de 4, gracias a la reducción del gasto en subsidios energéticos o atención en salud.
Los proyectos tienes una dinámica bastante simple: se forman a personas desempleadas o subempleadas como auditores y sustentabilizadores de viviendas. Estos revisan las viviendas de bajos recursos identificando pérdidas de energía y riesgos a la salud y la seguridad (humedades, hongos, fugas de gas, fugas de dióxido de carbono, plomo en la pintura, etc.). Finalmente, se realizan pequeñas obras de mejora, económicas y costo-eficientes, que generan altos retornos en ahorro de energía, ahorro en el presupuesto familiar, salud, seguridad y calidad de vida (aislamiento de techos, reparación de goteras o arreglos del cableado eléctrico, entre otros).
Adicionalmente, las intervenciones permitirán que las familias generen ahorros en energía, hecho que facilitará el pago de las facturas y esto contribuirá a mejorar su perfil financiero. Los ahorros también podrán destinarse a otros gastos -con la orientación de los profesionales del programa-, como la educación de los hijos o la inversión en emprendimientos.
Con estas medidas sencillas y altamente eficientes desde el punto de vista ambiental y económicamente factibles, se contribuirá a mejorar las condiciones de vida de familias para que encuentran en su vivienda un refugio amable contra las inclemencias del tiempo y un lugar donde convivir gratamente: un hogar.