¿Funciona el financiamiento verde para pymes?

29 de mayo de 2023

Las pymes son actores fundamentales en el desarrollo de América Latina y el Caribe debido a su alta representatividad en el tejido empresarial y, consecuentemente, a su alto potencial para incidir en la sostenibilidad de la actividad económica. Sin embargo, enfrentan barreras de acceso a financiamiento que limitan su capacidad para impulsar proyectos de innovación y adopción tecnológica, así como para integrar procesos, productos y modelos operativos que favorezcan su crecimiento y las hagan más sostenibles.

Con un mayor acceso a créditos, las pymes podrían impulsar proyectos alineados con el cambio de la matriz energética, por ejemplo, mediante el recambio de maquinaria y de equipos antiguos por unos más eficientes, o el desarrollo de tecnologías verdes. Las tendencias globales marcan el sentido de urgencia de la agenda de preservación del medio ambiente y la biodiversidad de la región, por lo que apoyar a pymes que tengan un énfasis en la innovación para la sostenibilidad ambiental contribuye a mitigar impactos ambientales como también aumentar la productividad y mejorar su desempeño.

A pesar de la reciente preocupación por financiar proyectos de este tipo y la aparición de líneas de crédito con dichos enfoques, hasta ahora existen pocos estudios que evalúan el impacto que tienen estos recursos sobre variables clave como las ventas, productividad, costos, eficiencia energética, residuos e inversión en innovación de las pymes.

A continuación se resumen algunos de los resultados documentados en términos de resultados de diferentes productos de crédito especializados en estos temas, dirigidos a empresas de escala micro, pequeña o mediana:

Líneas Especiales de Crédito (LEC) del Sistema Nacional de Crédito Agropecuario

Son ofrecidas por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural en Colombia. Entre 2016 y 2019, las LEC subsidiaron 108,670 créditos agropecuarios, los cuales beneficiaron a 96,141 personas: 99% fueron medianos o pequeños productores. En el 2021 se ofrecieron 9 líneas especiales con enfoque sectorial, sostenible e inclusivo.

Álvarez & Corrales (2021) realizaron una investigación con relación al impacto de estos créditos sobre el rendimiento del sector durante los años 2016 a 2019. Se estimó que 1% adicional de beneficiarios de las LEC en cultivos de corta duración, puede incrementar la producción entre 0,09 y 0,15 toneladas por hectárea sembrada en el sector, mientras el valor es de 0,84 para el año siguiente. Sin embargo, no se encontraron efectos en los cultivos de larga duración.

El Programa de Ahorro y Eficiencia Energética Empresarial (PAEEEM)

También llamado Eco-créditos empresariales, e impulsado en México como iniciativa conjunta de la Secretaría Nacional de Energía (SENER) y la Secretaría de Economía, este programa tiene como objetivo ofrecer financiamiento a las MiPymes para remplazar o adquirir equipos eléctricos que sean más eficientes en el consumo de energía.

Hasta 2022 se ejecutaron 4,522 proyectos bajo esta iniciativa. En el reporte de 2020 a 2021, la SENER indica que el programa ofreció financiamiento total de 155.23 millones de pesos (USD 8.3 millones), e incentivos energéticos que sumaron 17.19 millones de pesos (USD 913 mil). Además, se reporta un ahorro en el consumo de energía que alcanza los 10.93 Gigawatt/hora al año (GWh/año), y en la demanda de energía de 6.45 Megawatts (MW), lo que representó un ahorro económico de 35.19 millones de pesos (USD 1.9 millones). Estos ahorros evitaron la emisión de 5,400 toneladas de CO2 y el consumo de 6,428 barriles de petróleo (BPE).

Línea de Crédito Ambiental (LCA)

En el Perú, este fondo financió proyectos empresariales con enfoques ambientales y fue ofrecido por la cooperación suiza (SECO) en coordinación con los ministerios del ambiente (MINAM) y producción (PRODUCE). Los fondos fueron administrados por el grupo GEA.

Para medir el desempeño de las empresas el GEA realizó una evaluación ex-ante y ex-post de los indicadores de ahorro de consumo de agua, energía e insumos de producción. El reporte anual de 2018 indicó ciertas cifras relevantes: de 2015 a 2018 la ejecución del primer fondo de la Línea de Crédito Ambiental, con créditos otorgados a 50 empresas por un monto total mayor a USD 19 millones, ha permitido la reducción de más de 46.7 mil toneladas de CO2 y el ahorro de 259.2 mil m3 de agua (GEA, 2018). Adicionalmente, la evaluación midió que las empresas participantes aumentaron su productividad, en promedio, en 366%. El Centro de Ecoeficiencia y Responsabilidad Social (CER), operado por el Grupo GEA, tuvo el rol de identificar a los potenciales beneficiarios del crédito y brindarles acompañamiento para acceder al mismo. De igual manera, proporcionó asistencia técnica a las empresas, identificando los cambios tecnológicos necesarios y realizando una evaluación ex-ante y ex-post de los indicadores ambientales y de productividad. Este acompañamiento técnico forma parte integral del programa, por lo que puede ser un elemento clave a tener en cuenta para la generación de impactos positivos en la productividad.

Un camino a seguir

El financiamiento, la innovación y la sostenibilidad, van de la mano. Las evidencias de las evaluaciones de impacto revisadas muestran que estos financiamientos especializados redundan en beneficios tanto para la productividad y eficiencia empresarial, como para el medio ambiente. Si bien la implementación de estos instrumentos requiere del desarrollo de capacidades y de inversión de parte de las instituciones financieras, es un camino con importantes retribuciones en términos del desarrollo sostenible que debe ser impulsado en los países de la región, preferiblemente bajo modalidades que combinen servicios financieros y no financieros, además de esquemas de colaboración público-privada que permitan masificar cada vez más el acceso a este tipo de recursos.

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Autores:
Rebeca Vidal
Rebeca Vidal

Ejecutiva Principal de la Dirección de Análisis Técnico y Sectorial de CAF -banco de desarrollo de América Latina y el Caribe-