Gobierno Corporativo: Tendencias y retos para Directorios modernos
16 de mayo de 2023
Si bien en muchas empresas todavía se considera que la función principal del Directorio debe estar centrada en monitorear al CEO y a la alta gerencia, la evidencia de los últimos años muestra que este no es un rol suficiente para garantizar su efectividad. Por el contrario, los Directorios que se focalizan en esta tarea no están profundizando lo suficiente en las funciones que deberían ser prioritarias.
En realidad, las expectativas y responsabilidades de los Directorios se han incrementado en el mundo de hoy, por lo que actualmente se espera que sean guardianes de los intereses, no solo de los accionistas, sino también de los diversos grupos de interés (clientes, colaboradores, proveedores, financiadores, entre otros) y que se aseguren de que las decisiones que se toman generen valor sostenible para la empresa.
En ese sentido, en la medida que los Directorios son un órgano activo de gobierno, sus miembros deben comprender en profundidad a la empresa, su contexto y sus complejidades. Es así que el liderazgo del Directorio implica entender que entre las funciones que deben ser consideradas como críticas, están las referidas a la definición de la estrategia y la identificación y monitoreo de los riesgos.
Con respecto a la estrategia, aun cuando la implementación de la misma es labor del CEO y el equipo de la Alta Gerencia; el Directorio debe trabajar de manera coordinada con la administración a fin de entender, debatir y, finalmente, aprobar la estrategia. Por otra parte, además de definir el apetito de riesgos, es obligación del Directorio prever diversos escenarios, incluso los más inesperados, y proyectarse a futuro, a fin de identificar los potenciales riesgos que puedan surgir, anticipándose a las peores situaciones.
Estas responsabilidades van más allá de poner un sello formal de aprobación a los planes estratégicos y a la política de gestión de riesgos. Además, un elemento sustancial de este marco es la colaboración positiva entre el Directorio y el equipo de alta dirección. El Directorio debe apoyar y trabajar con el CEO, y no simplemente quedarse en la tarea de monitorear al ejecutivo principal de la organización.
De igual manera, entre los retos de los Directorios modernos, está el hecho que frente a las nuevas exigencias que se espera que enfrenten, deben asegurarse de contar con una adecuada composición entre sus miembros. Hoy en día, un Directorio que se precie debe considerar criterios de diversidad e inclusión al momento de seleccionar a sus integrantes. Es importante reconocer que la diversidad comprende múltiples dimensiones, entre las cuales pueden encontrarse factores personales, de edad, experiencia, género, etnia y cultura, nacionalidad o ubicación geográfica; y en cuanto a experiencia profesional se debe pensar evaluar la posibilidad de incorporar especialistas en temas cada vez más actuales y sofisticados, como lo puede ser la ciberseguridad, las cadenas de suministro, la inteligencia artificial y la agenda Ambiental, Social y de Gobernanza (ASG), entre otras; en realidad la lista es interminable, y los recursos son limitados, por lo que el desafío no es fácil.
La valla está fijada, esperemos ver una evolución positiva en los Directorios de las empresas de la región.
Andrés Oneto
Ejecutivo Principal de Desarrollo Productivo y Financiero en CAF
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